Las plantas son grandes aliadas en los procesos de purificación del cuerpo físico, mental, emocional, energético y espiritual. También nos ayudan a limpiar los espacios que habitamos y liberarlos de energías pesadas.
Purificar nuestro cuerpo implica desintoxicar y eliminar del sistema. Proveer antioxidantes, eliminar las toxinas del cuerpo y desinflamar, liberando de carga el hígado, riñones, colon y aliviando emociones, dejando espacio para conectar con el espíritu.
- Las frutas que más desintoxican, son diuréticas y ayudan a limpiar a través de los riñones son: Melón, papaya, piña, manzana verde.
Se deben comer solas, en pequeñas porciones en la mañana o en un batido verde, se digieren mejor en climas cálidos. Para climas fríos preparar pasándolas un poco por un sartén con ghee, jengibre y canela. - Los vegetales verdes son anti-inflamatorios, enfrían el organismo. Entre más amargos mayor es su acción sobre el hígado. Entre más agua tengan mayor su acción sobre los riñones.
- Las cucurbitáceas, pepino, calabaza, zucchini, apoyan el buen funcionamiento del hígado.
- Las raíces (remolacha, zanahoria, rábano…), entre más pigmentadas mejor, promueven el buen flujo de bilis. Ayudan también al buen metabolismo rectal, previenen y tratan hemorroides.
- Plantas ricas en azufre: cebolla, ajo, repollo. En pequeñas dosis apoyan la purificación total del cuerpo especialmente de metales pesados y mercurio, la salud de las articulaciones y la inflamación. Ideal mezclarlas con jengibre y cúrcuma.
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