SUEÑO PROFUNDO Y DESCANSO REPARADOR
Plantas que nos ayudan a relajar cuerpo, mente y alma
El buen dormir es esencial para nuestro bienestar y longevidad. Una de las epidemias del momento, relacionada directamente tanto con la depresión como con la ansiedad es el insomnio y los desbalances del sueño. Estos desbalances suelen estar también relacionados con la salud cardiaca, respiratoria, el uso de medicamentos y estimulantes.
El insomnio crónico afecta todo, muchos problemas de salud inician con la falta de sueño. Puede afectar nuestro sistema digestivo, resultar en dolor e inflamación muscular, o desbalance endocrino por el exceso de estimulantes durante el día.
Tener buen sueño es esencial, reparador y sanador. Igual que para cambiar cualquier hábito en uno más saludable, para un sueño sereno y reparador es imprescindible desarrollar una base sólida de bienestar en todos los otros pilares de la vida. Observar la dieta, buscar prácticas relajantes (masajes, acupuntura, yoga, meditación), integrar hierbas y plantas que propicien la relajación y el descanso profundo. En la medida que llevemos una vida más conectada con la naturaleza, con prácticas holísticas de salud y bienestar, nuestra energía vital será mayor. Idealmente nos enfermaremos menos y podremos responder a la enfermedad con la misma naturaleza. Muchas hierbas ayudan a restaurar los biorritmos, algunas la podemos usar para apoyar las funciones endocrinas, como la maca, en la mañana, como relajantes (manzanilla y toronjil) en la tarde y como sedantes (pasiflora) en la noche.
La higiene del sueño es esencial. El trabajo con las plantas va a ser realmente efectivo cuando también cuidamos nuestros ritmos. Estos son algunos tips para un sueño profundo y mejor descanso:
- Despertarnos y dormirnos a la misma hora
- Al despertar meditar 5 – 10 minutos antes de iniciar el día
- En la mañana tomar una infusión de jengibre, agua caliente con limón o vinagre de cidra ayuda al movimiento digestivo
- Comer cada día casi a la misma hora, evitar comidas pesadas en la noche
- Disminuir las bebidas y alimentos estimulantes
- Evitar, celular y pantallas 2 horas antes de dormir y al despertar
- Tomar un agua aromática relajante 2 horas antes de dormir
- Comer la última comida del día antes de las 7:30pm
Permitir que la gravedad nos sostenga.
Permitir que el cielo nos adopte.
En la cotidianidad de la ciudad existe una gran necesidad de disminuir los hábitos estimulantes. Hay un gran llamado a bajar el ritmo para crear espacios de relajación y reparo, y aprovechar esos espacios para cultivar la vitalidad esencial.
Cuando nos permitimos la oportunidad de relajarnos el cuerpo puede enfocar la energía para sus rutinas de mantenimiento. La relajación y el descanso resultan en:
- Metabolismo regulado
- Buena digestión y eliminación
- Desinflamación
- Mejor sistema inmune
- Mejor función biliar y renal
- Un sistema cardiovascular fuerte y en calma
- Estados de ánimo positivos
Cuando relajamos el sistema nervioso central, bajamos la disposición a situaciones de estrés, ansiedad, hiperactividad, ataques de pánico, e insomnio.
Podemos conectar con nuestro espacio de Paz sin tener una postura rígida. Observando constantemente cómo se siente cada parte del cuerpo. Revisamos de pies a cabeza cómo se siente el esqueleto, los órganos, los tejidos. ¿Hay tensión? Podemos hacer esto acostados boca arriba, con las piernas abiertas al ancho de la cadera, brazos a lo largo del torso, palmas de las manos mirando hacia arriba, mentón un poco hacia el pecho. Así permitimos que la gravedad nos sostenga por completo y nuestra conciencia pueda ir a la respiración.
Existen muchas técnicas que nos ayudan a relajar: meditar, caminar en la naturaleza, respirar, yoga, tai chi… Las plantas complementan aportando su ayuda en moderar el sistema endocrino y nervioso, dinamizando el flujo de energía en el cuerpo, mejorando nuestros estados de ánimo.
Podemos vivir desde un lugar de paz interior cuando tomamos plantas sanadoras y llevamos un estilo de vida armonioso, de actividad consciente, sueño sereno, espacios de silencio, alimentación balanceada y natural, sexualidad y ejercicio dinámico. Existen plantas esenciales para ayudar a liberar la tensión de cuerpo y mente, que pueden diluir el impacto del estrés en nuestra fisiología, y posiblemente también evitar el consumo de antidepresivos, ansiolíticos, estimulantes, sedantes, y otros químicos tan comunes en nuestra sociedad hoy en día.
Plantas para Relajar
Cuando hay exceso de fuego, de energía, buscamos relajar el cuerpo con plantas que refresquen, de pronto un poco amargas, hierbas y alimentos que reduzcan la producción de bilis. Así mismo para relajar la mente buscamos plantas que alivian la tensión, calman el sistema nervioso central y relajan la mente; suelen tener cualidades dulces, cítricas y florales. A través de la infusión no sólo tomamos las virtudes sanadoras de las plantas, sino que inhalamos también sus aceites que entran directamente a distorsionar la mente.
EL SILENCIO
Espacio para el reparo
El silencio y aprovechar la soledad para estar con nosotros mismos es esencial para la calma y para tener perspectiva en el día a día. En el silencio, al principio, brotan una cantidad de pensamientos y emociones que muchas veces nos llevan a romper ese espacio por evitar tenerlos o porque nos agitan y nos sacan de nosotros mismos. Pensamos que es más importante que el entorno esté bajo nuestro control, que hacernos cargo de nuestro ecosistema interno.
En esos primeros momentos del silencio, permitimos que surja lo que surja y tratamos de observar. Con la atención y la observación nos damos cuenta que son etéreos, intangibles y que no existen por sí mismos. Con práctica, paciencia, atención, concentración y con compasión nos vamos dando cuenta de la inmensidad, de la calma y de la profundidad de ese espacio interno.
En el silencio la energía empieza a fluir, nos conectamos con nuestra naturaleza auténtica, con la fuerza creativa que habita en nosotros. Cuando invito al silencio te invito a explorarlo para que se vuelva parte de tu día a día. Existen prácticas para ir acercándonos a este espacio que para tantos es difícil. Existen prácticas de mindfulness, programas de 21 días con guías espirituales reconocidos, centros de meditación, libros, videos, podcasts, música, apps. ¿Hay muchas herramientas afuera que ayudan… pero si intentamos estar con nosotros mismos?
Nos cuesta tanto entrar al mundo del silencio porque hemos crecido en un mundo tornado hacia afuera. Qué increíble puede ser vivir la belleza y complejidad del mundo conectados constantemente con nuestra esencia. Es en el silencio que podemos contemplarnos y contemplar la vida, libres de juicios, y de pronto en ese espacio de conciencia darnos cuenta de la interconexión que hay en todo, y de la paz inherente.