Liberarnos de excesos, toxinas, pensamientos negativos, venenos emocionales, es el primer paso para empezar a indagar en nuestro interior. Acumulamos hábitos tóxicos y nos identificamos con ellos. Nos impiden conectar con nuestro verdadero Ser y propósito, obstaculizan el camino e impiden que podamos visualizar y manifestar nuestro máximo potencial.
Las plantas son grandes aliadas en los procesos de purificación del cuerpo físico, mental, emocional, energético y espiritual. También nos ayudan a limpiar los espacios que habitamos y liberarlos de energías pesadas.
Purificar nuestro cuerpo implica desintoxicar y eliminar del sistema. Proveer antioxidantes, eliminar las toxinas del cuerpo y desinflamar, liberando de carga el hígado, riñones, colon y aliviando emociones, dejando espacio para conectar con el espíritu.
El alimento es la base de la desintoxicación. Si queremos liberarnos de toxinas y energías pesadas debemos empezar por revisar y limpiar nuestra dieta siendo moderados y evitando extremos. Anteriormente ya hablamos de la importancia de la buena alimentación para nuestro bienestar. La calidad y la energía vital presente en los alimentos que tomamos es esencial. La comida de baja calidad ayuda a incrementar la cantidad de toxinas y es difícil de digerir.
Cuando hablamos de purificar es clave que hablemos del hígado. Este maravilloso órgano es el responsable de filtrar nuestra sangre, descomponer y remover desechos metabólicos, almacena el glucógeno que es esencial para la recarga energética, produce bilis que es una sustancia esencial para la digestión de las grasas. El mal funcionamiento del hígado está directamente relacionado con muchos problemas digestivos, desbalances hormonales, mala absorción de nutrientes y reacciones alérgicas e inflamaciones.
Existen muchas modas de desintoxicación; dietas y limpiezas de hígado extremas que se hacen una o dos veces al año. Sin embargo antes de decidir hacer una considera que todo el tiempo las células se están desintoxicando. Nos trae más beneficio apoyar estos procesos naturales del cuerpo constantemente, volverlo parte de nuestros hábitos, en lugar de saltar de un extremo de toxicidad a uno de ayuno.
Existen muchas prácticas para desintoxicar; ayunos, retiros de silencio, dietas… pero comprometernos con llevar una vida saludable y consciente es el primer paso. Desde ahí podemos acceder a la sabiduría de la naturaleza para buscar espacios de purificación. Recordemos que a lo largo del día nuestro cuerpo se está purificando naturalmente. Cuando incorporamos una práctica de desintoxicación, que esta sea una ayuda, más no un reemplazo de la sabiduría idónea del cuerpo.
“La salud y el bienestar se logran únicamente permaneciendo centrados en el Espíritu, cuidándolo de energía distractoras, promoviendo el flujo constante de la energía vital y la sangre, manteniendo un balance armonioso del yin y el yang, adaptándose a los cambios estacionales y a las influencias macrocósmicas anuales, y nutriéndose de manera preventiva. Este es el camino para una vida larga y feliz.”
Maoshing Ni
Nijing, El Emperador Amarillo
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