Las dolencias musculares son una de las molestias que más afectan a las personas de todas las edades. Un aceite relajante siempre será una gran opción para aliviar estos síntomas de manera externa de la mano de las plantas, en este caso utilizaremos la hoja de coca, su composición antiinflamatoria y calmante genera una sensación de relajación que reduce el dolor.
Elaborarlo en casa es muy rápido siguiendo unos simples pasos, además de aliviar dolores, es útil disminuyendo moretones, mejorando la circulación o también para realizar masajes.
Además de la hoja de coca se precisa un buen aceite base. Una buena opción es el aceite de ajonjolí pues ayuda a la regeneración de la piel y es apto para todas las pieles. También se pueden emplear aceite de almendras, de aguacate o de oliva.
Para 100 ml de aceite se necesitan:
- 50 gramos de hoja de coca deshidratada
- 100 ml de aceite de ajonjolí u otro aceite
- 1 tarro de cristal con tapa de rosca (desinfectado con alcohol)
Pon todas las hojas en el tarro y cúbrelas con el aceite. Ciérralo y déjalo que repose a temperatura ambiente durante tres semanas. Agítalo diariamente. Transcurrido el tiempo, cuela el aceite y pásalo a una botella de cristal marrón o azul para que se conserve mejor y guárdala en un lugar fresco.
Modo de aplicación
Toma una cantidad generosa de aceite y frotalo sobre los músculos rígidos mediante suaves masajes circulares.
Extiende el aceite por zonas como las piernas y el cuello para aumentar la sensación de relajación y mejorar la circulación.
Para tratar moretones o golpes masajea circularmente la zona afectada.
Déjalo absorber sin enjuagar y repite su aplicación hasta que desaparezcan las molestias.