“Cuando la mente está en calma, percibirás todo pronto, suavemente y con belleza.”
Paramahansa Yogananda
Cuando la energía fluye por el cuerpo libremente, la mente no se dispersa, se mantiene enfocada y concentrada. Podemos buscar espacios de meditación para concentrar la mente, pero es también una práctica que podemos hacer todo el tiempo.
Se mueven en conjunto:
Son las cuatro corrientes de vida que se detienen cuando morimos.
Cuando inhalamos no sólo estamos llevando aire a los pulmones y oxigenando el corazón, también una corriente aromática entra en contacto con el sistema límbico en el cerebro a través de un impulso nervioso que irradian los pelitos en la membrana olfativa.
Podemos usar nuestro olfato para contemplar la realidad. Podemos usar cualquiera de nuestros sentidos y todos a la vez. En cada momento tenemos la oportunidad de poner atención a la realidad.
Cuando nos concentramos, la mente está presente y la energía vital aumenta.
La atención es la base de la consciencia. A mayor capacidad de concentración, más profunda es nuestra percepción de la realidad. Existen plantas que ayudan a mejorar nuestras funciones cognitivas; promueven la concentración y la claridad mental.
Algunas de estas plantas son: la hoja de coca, el romero, gingko biloba, el té verde, entre otras.
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