Es importante depurar el cuerpo, así como también es imprescindible nutrirlo. En aquel espacio vacío / libre debemos incorporar aquello que nos nutre, nos vigoriza, que nos da longevidad y armonía.
También en épocas de debilidad, de sentir la energía baja y el humor disminuido podemos acudir a prácticas que nos reconectan con la energía vital y permiten que fluya libremente en el cuerpo.
Para estar fuertes y vitales es esencial el sueño reparador, una buena alimentación, digestión y eliminación, cultivar el espíritu. El brillo y la luminosidad en los ojos y en la mirada refleja el estado del Espíritu (Shen en medicina China, Ojas en Ayurveda). Un espíritu alegre y vibrante está relacionado con la buena inmunidad. Nuestra mente está en calma, con perspectiva y tomamos responsabilidad de nuestras vidas. Cuando vivimos desde una posición de víctimas, el espíritu se debilita y también nuestra inmunidad psiconeuronal, resultando en estados de ansiedad y depresión.
Ten en cuenta estos consejos día a día:
- Hidrátate, La buena hidratación ayuda a todos los procesos del cuerpo. Elige agua filtrada o mineral, al clima o tibia. En caso de deshidratación toma caldos libres de grasa y un suero preparado en casa.
- Reduce el estrés, Incorpora prácticas de meditación, respiración, yoga y toma infusiones de hierbas relajantes.
- Identifica intolerancias y alergias y disminuye o erradica por un tiempo, si es posible, el consumo.
- Integra los fermentos como parte de tu alimentación. Empieza de a poquito y verás como tu ecosistema digestivo se vuelve más diverso y se fortalece.
- Escucha la urgencia de tu cuerpo. Ve al baño cuando sientas la necesidad, así honras los ciclos y ritmos naturales.
- Ayúdate de una buena alimentación y de integrar plantas sanadoras que ayuden a revitalizar tu sistema
También es importante la dieta antiinflamatoria. No es una dieta que hacemos por unos días, es la forma en la que comemos en la que nos alimentamos.
- Evita grasas saturadas, carbohidratos refinados, azúcar refinada, frituras y grasas saturadas, enlatados, alimentos procesados, alcohol, excesos de proteínas de origen animal.
- Busca alimentos vitales de origen orgánico, de prácticas ecológicas
- Aprende a leer las etiquetas y evita todo aquello que tenga conservantes y químicos añadidos que no puedas leer.
- Integra los fermentos como parte de tu alimentación. Empieza de a poquito y verás como tu ecosistema digestivo se vuelve más diverso y se fortalece.
- Prepara los alimentos en casa con consciencia. Usa técnicas que guarden energía. Evita la sobre cocción. Cocina al vapor, con salteados ligeros, cocciones lentas. Evita el afán.
- Los alimentos congelados se desvitalizan muy rápidamente.
- Integra plantas aromáticas y medicinales en tu cotidiano.
Encuentra todas nuestras mezclas para fortalecer aquí.