Puedes preparar un sinfín de bebidas refrescantes cargadas de beneficios, virtudes y bienestar con mezclas botánicas o con sólo las plantas, frescas o deshidratadas. Para iniciar tu preparación necesitas:
Infusión Fría
Algunas propiedades medicinales de las plantas se pierden con el calor del agua. Para preparar una infusión fría usa el doble de hierbas que usas normalmente y dejalas de la noche a la mañana sumergidas en agua fría y en la nevera o en un lugar fresco. Por cada litro de agua usa entre 15 y 25 gramos de plantas.
Té Frío
Tenemos la noción errónea de que el té es amargo, sin embargo no tiene porqué serlo. Hemos de estar siempre conscientes del tiempo de infusión, la temperatura del agua y la cantidad de té que usamos, cuando preparamos un té frío lo podemos hacer con base de agua caliente o agua fría. Vamos a usar el doble del té que usamos cuando lo tomamos caliente, pues en frío nuestra sensibilidad varía, las papilas gustativas son menos sensibles. También vamos a buscar un balance entre la astringencia del Té, el dulce y el ácido.
Te compartimos nuestra receta para preparar un Té Frío tradicional.
Necesitas:
Infusiona el té en el agua con la miel durante 8 a 10 horas, cuelalo y agrega el limón, sirve bien frío.
Agua Fresca
Existen muchas formas de aproximarnos a las aguas frescas. Cuando tienen frutas suelen ser mucho más ligeras y refrescantes que los zumos y los jugos. Cuando tienen hierbas tratamos de usar hierbas frescas, o combinar hierbas y frutas frescas con deshidratadas.
En el caso de la Flor de Jamaica o Hibisco se puede haber preparado bien concentrada en decocción anteriormente y aligerar con agua y hielo para servir. También puedes preparar hierbas frescas (ej. menta, albahaca o cidrón) en agua a temperatura ambiente con rodajas de pepino o naranja. Las opciones son infinitas. La invitación es a explorar.
Estas preparaciones son ideales para refrescar cuerpo, mente y alma.
Puedes usar cualquiera de nuestras mezclas para experimentar y probar estas preparaciones.
