La historia de la humanidad puede ser escrita por las plantas.
Existen plantas que tienen una relación ancestral y espiritual con la humanidad. Hay plantas que han sido usadas por milenios por sus poderes aromáticos para elevar la mente, equilibrar las emociones, mejorar la inmunidad y eliminar patógenos, liberando así de negatividad, estimulando la creatividad, manifestando intenciones y apoyando la evolución espiritual.
En las medicinas ancestrales el rol del curandero es no sólo ayudar a aliviar los síntomas, sino descubrir las causas emocionales, psíquicas, energéticas y espirituales de las enfermedades. En todas las culturas existen prácticas de limpieza de cuerpo y espíritu que usan hierbas, flores, minerales, animales. Hacen parte y se complementan con rituales, cantos, danzas.
Los rituales y ceremonias que honran las plantas están casi siempre relacionados con el calendario ecológico y el aporte de estas plantas al balance dinámico del entorno.
Cuando hablamos de lo ancestral no hablamos de algo lejano, hablamos de nuestras raíces, de nuestro ADN. Nos referimos a un sistema, a una red de conexiones que se halla a nivel celular en cada uno de nosotros y de todos los seres. En esencia, es una recolección de procesos, de información, de creatividad, de instrucciones, de linaje y herencias codificados en el ADN llevándolos a una manifestación, a la realidad. Cada vez somos más conscientes de nuestra carga genética, de nuestro linaje, de nuestras raíces, y de la importancia de reconocerlo. Somos conscientes que va más allá que nuestro fenotipo, que este sistema suele impactar también nuestra forma de ser, relaciones y entorno.
Existen plantas que a través de su composición y el entorno y consciencia con el que las tomamos ayudan a modular la expresión genética. Estas plantas ancestrales están rodeadas por entornos de ceremonia y ritual, que suelen ser esenciales para recibir sus beneficios medicinales y espirituales.
Cuando exploramos estas plantas encontramos una conexión profunda con el mundo natural que vibra a través de nuestra fisiología. El que estas plantas hayan estado presentes en el desarrollo de la humanidad abre la posibilidad de que reconectarnos con ellas nos ayude a sanar muchos desbalances, desórdenes y enfermedades que aún son misteriosas.
En las medicinas ancestrales hay plantas que se toman a lo largo de la vida para asegurar una vida vibrante y longevidad.
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